Hola, campistas intrépidos. ¿Alguna vez has pasado una noche dando vueltas en tu saco de dormir, preguntándote por qué rayos dejaste tu cómoda cama en casa? ¡No te preocupes! Con estos consejos, dormirás como un bebé en plena naturaleza.
1. Elige tu "suite" al aire libre
No cualquier parche de tierra servirá. Busca un spot plano, sin piedras traicioneras ni ramas que quieran pincharte el trasero. Y ojo con acampar en una hondonada - a menos que quieras despertarte en una piscina improvisada.
2. Equípate como un pro
Tu tienda y saco de dormir son tus mejores amigos aquí. Invierte en calidad - tu espalda te lo agradecerá. Y no olvides una buena colchoneta. Créeme, la diferencia entre dormir en el suelo duro y sobre una nube es abismal.
3. Prepara tu nido
Dedica unos minutos a limpiar tu área. Quita esas piedrecitas y ramitas molestas. Es como hacer la cama, pero en versión salvaje.
4. Vístete para el éxito
No, no hablo de pijamas de seda. Piensa en capas, como una cebolla pero menos olorosa. Y si hace frío, ¡no te olvides del gorro! Nadie quiere despertar con las orejas congeladas.
5. Domina la temperatura
Tu tienda no es un horno ni una nevera. Ventílala durante el día y ciérrala bien por la noche. Un truco: llena una botella con agua caliente para las noches frías. Es como un osito de peluche, pero más útil.
6. Guerra a la humedad
Nada arruina una buena noche como la sensación de estar en un pantano. Guarda la ropa mojada fuera y considera llevar un absorbe-humedad si eres fan de acampar en climas húmedos.
7. Di adiós a los bichitos
A menos que quieras compartir tu saco con media docena de mosquitos, usa repelente y cierra bien tu tienda al anochecer.
8. Crea tu burbuja de paz
Los tapones para los oídos son oro puro si no quieres escuchar los ronquidos de tu compañero de tienda (o los tuyos). Y un antifaz puede salvarte de un despertar demasiado temprano con el sol.
9. Prepárate para la noche
Haz una visita al "baño" antes de acostarte. Nadie quiere hacer malabarismos con la cremallera de la tienda a las 3 de la mañana.
10. Mentalízate
Recuerda, estás de camping, no en un hotel 5 estrellas. Abraza los sonidos de la naturaleza, respira hondo y relájate. Estás viviendo una aventura, ¡disfrútala!
Con estos tips, estarás roncando plácidamente en un abrir y cerrar de ojos. Y quién sabe, puede que hasta prefieras tu saco de dormir a tu cama cuando vuelvas a casa.
Hablando de aventuras nocturnas...
Les cuento una historia que me pasó en mi primer camping "serio". Estaba tan emocionado por dormir bajo las estrellas que olvidé una regla básica: siempre, SIEMPRE, ve al baño antes de acostarte.
Allí estaba yo, en medio de la noche, despertando con la vejiga a punto de estallar. Medio dormido, intenté abrir la cremallera de mi saco de dormir. Claro, en mi estado zombie, la cremallera se atascó. Luché con ella como si mi vida dependiera de ello (y en cierto modo, así era).
Finalmente logré salir del saco, solo para darme cuenta de que no recordaba cómo abrir la tienda. En mi desesperación, decidí que sería una gran idea salir gateando por debajo de la lona.
Lo que no tuve en cuenta fue que mi tienda estaba en una ligera pendiente. Así que, en cuanto levanté la lona, rodé cuesta abajo como un burrito humano, envuelto en mi saco de dormir.
Terminé cara a cara con un mapache sorprendido que probablemente pensó: "¿Qué clase de criatura rara es esta?". Nos miramos fijamente por un segundo antes de que ambos saliéramos corriendo en direcciones opuestas, él asustado y yo aún desesperado por encontrar un árbol.
Moraleja de la historia: siempre, SIEMPRE, localiza el "baño" antes de irte a dormir, y por el amor de todo lo sagrado, aprende a abrir tu tienda con los ojos cerrados. Ah, y si ves a un mapache mirándote con cara de "¿qué demonios?", simplemente salúdalo y sigue tu camino. Es parte de la experiencia de camping.
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